“19 años de ‘madrazos’, pero sonriendo al Diablo: Mi Verdad detrás de ser un Artista en los Últimos Tiempos”
Collage by: MonteRosa
Fotos por: Leo Oriolo Photographer, JC Mendez, Zayra Mo & Monterrosa
A simple vista, mi vida podría parecer un cuento de hadas, pero la realidad es que ha sido todo menos eso. A lo largo de mis 19 años de vida profesional como músico, cantautor, productor y diseñador, he enfrentado desafíos, sacrificios y decepciones que han moldeado no solo mi vida personal, sino también mi camino en la música de una manera que nunca imaginé.
Desde que comencé a tomar la música en serio, el negocio de vivir de ella ha sido mi pasión ardiente. Pero si hubiera conocido desde el principio el costo emocional y físico de esta carrera, quizás habría considerado otras opciones. El tiempo invertido, las noches sin dormir, los momentos perdidos con seres queridos… todo eso pesa mucho más de lo que alguna vez imaginé.
Sin embargo, a pesar de los altibajos y los sacrificios, no me arrepiento en absoluto de dónde estoy hoy. Cada obstáculo, cada desafío, me ha enseñado lecciones invaluables. Desde aprender a crear música hasta dominar el diseño gráfico y la gestión web, cada experiencia ha contribuido a mi crecimiento como artista y como persona. Pero, más que todo, he aprendido a ser un guía, una ayuda, un apoyo para aquellos que buscan su camino en este mundo de la creatividad artística. Desde mis primeros días con la guitarra en mano, son muy pocos los que realmente me dieron guía sobre cómo crear este universo de ser “Artista”. No viene con un manual, y la misma industria que mueve este entorno no muestra el camino adecuado para aquellos que tienen las bases necesarias para crecer en esto. Nada más “peligroso” que un artista en cualquier gremio, ya que tenemos esos poderes de crear algo desde cero y crear ilusiones que no todos saben cómo. Además, somos los responsables de crear lo que viene en el futuro.
Sigo descubriendo la importancia de la personalidad, la paciencia y la dedicación en este viaje. Es importante saber guiar y mantener clara la meta de uno todos los días. No venderse por conveniencia o por caer bien a muchos, mientras la integridad es pisoteada y uno se desvanece. He cometido errores, principalmente por ignorancia, porque de malo, solo esa energía la uso para aplastar las injusticias de este mundo en general. Defiendo lo que soy y trato lo más posible de ser cuidadoso en el proceso, pero bueno, ¿quién dijo que tengo que caerle bien a todo el que no está aquí en este mundo bajo los mismos términos que los demás? De hacer todo lo posible por mejorar y dejar algo mejor una vez a uno le toque su hora. “Te ves tan seguro que uno cree que sabes lo que estás haciendo y no necesitas ayuda”, así me dijo una querida amiga y ex-pareja cuando hablábamos de todo esto. Ahí está uno de mis talones de Aquiles, nadie sabe realmente lo que ocurre en mi universo, solo yo.
No vendo falsas ilusiones al mundo; mi vida puede ser un desafío diario. Pero como mi madre, encuentro la alegría incluso en los días más difíciles. Ayudar a otros y alegrarles la vida, esa es mi verdadera riqueza, aunque pocos sepan realmente lo que atravieso.
Nadie en mi entorno inmediato tiene la piel tan gruesa como la mía. He soportado críticas, malentendidos y pérdidas inimaginables. He prestado mi confianza una y otra vez porque creo que la gente tiene más potencial de lo que ellos mismos creen en sí mismos. Desde sacrificar tiempo con seres queridos hasta perder amistades y relaciones, cada golpe ha sido duro. Y la pérdida más grande de todas, la de mi madre, es una herida que todavía no sana del todo. Pero tengo la esperanza de que algún día nos reuniremos en un lugar mejor.
A lo largo de mi trayectoria, no solo he creado música para mí, sino también para otros artistas que buscan su propio camino. Algunos han sido compañeros fieles, mientras que otros tenían agendas ocultas. Pero como siempre, la verdad sale a la luz eventualmente.
A pesar de todo, sigo adelante con determinación y pasión. Porque cada paso, cada desafío, me acerca un poco más a mis sueños. Y eso, nadie puede quitármelo.
Agradezco cada día, incluso aquellos en los que tengo que buscar más profundamente ese sentimiento. Me recuerdo quién soy, qué represento para mí y para los que me rodean.
Como creador de música y arte, busco oportunidades para extender el alcance de mi música sin comprometer mi integridad. Soy capaz no solo de crear una pieza musical, sino también de guiar a otros en su propio viaje si están dispuestos a ser honestos consigo mismos y con sus metas.
Este camino no es fácil; no está diseñado para los débiles de corazón. Pero mientras siga luchando por lo que creo, mientras continúe dejando una marca en el mundo con mi música y mi arte, sé que cada batalla habrá valido la pena.
El 22 de junio celebro 19 años de carrera profesional desde que “Monte*Rosa” salió al mercado. Las historias siguen llegando a mí, testimonios de aquellos que han escuchado y sentido mis canciones.
Los verdaderos premios no vienen en forma de galardones, sino en los momentos donde mi música ha tocado corazones y cambiado emociones. Esos son los momentos que alimentan mi alma y me llenan de orgullo.
Agradezco a los músicos y técnicos que han prestado su talento para ser parte y dar vida a mis creaciones. Familia, amigos, ex’s , y estos profesionales que me han acompañado son la inspiración detrás de cada nota, cada letra, cada melodía. Algunos se han ganado sus propias canciones gracias a esos encuentros que la vida nos ha dado.
El viaje continúa, porque solo la muerte puede detener un cuerpo físico, pero uno sigue adelante, viajando eternamente.
MonteRosa – 2024
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